jueves, abril 27, 2006

Todo tiene un principio

Te encuentras sentando, descansando después de un largo día. Sientes que el espacio que te rodea es tuyo, tu propia cercanía y el sentir que existes, que algo dentro de ti se mueve y fluye hace que tus fuerzas se recuperen. Delante de ti compruebas con expectación todo lo que has logrado con esfuerzo, la manera propia e inconfundible que ha dado pie a crear un espacio dedicado para ti.

Ya has logrado crear ese lugar único de quietud incalculable que hace que todo tu ser sea capaz de fluir, de moverse inconexamente hacia su destino: ese mar de ideas que bullen, que se mueven y comunican, y que desean salir para ser conocidas.

Lo más difícil quizá puede ser darse cuenta que este camino existe, que hay un momento de magna y sentida felicidad al conocer la identidad de uno mismo, de sentirse dentro y saber que eso significa poder abrirse al mundo sin que ello repercuta en tu propia identidad.

Por lo dicho hasta el momento, sólo una primera conclusión es evidentemente necesaria de recalcar: antes de compartir, tienes que saber quién eres, ver dentro de tu interior y profundizar lo necesario como para que compartir sea una experiencia agradable para todo aquel que pueda rebasar tu circulo de confianza.

Y si no crees que deba ser así piensa o responde a la siguiente pregunta:
¿cómo vas a compartir aquello que desconoces?
Si vas a compartir-te, empieza por el -te-.

Este conocerte también conlleva un parámetro que a veces se desprecia pero que va implícito e inexorablemente unido. Si no te duele, no te conoces. Quizá esta afirmación parezca dura pero es así. Para conocerte debes remover tu interior hasta que lo que estés pensando sea tu propio yo, tu propia conciencia como ser humano.... y es en esta dualidad cuando consigues oscilar como la medición de un terremoto, tanto en picos de dolor (por conocer y definir quién eres cual pintor en su cuadro) y en picos de éxtasis (por afianzarte en lo que eres y serás).

He aquí el principio, porque todo tiene un principio.... conócete a ti mismo.... y luego ya habrá tiempo para los demás.