viernes, mayo 05, 2006

Sigue tu camino... y no pares

El tiempo se me escapa, pasa tan deprisa que no puedo palpar el instante. Hoy mis pasos me han conducido a un rincón lejano, apartado del ruido diario..... en donde nada se mueve, en donde sólo unas palabras en el aire rompen el silencio de mi soledad.

La poesía se desborda por mis huesos y deja fluir un líquido malvado y mezquino; un pedazo de hilo conductor que me conduce al fin de mi cuerpo, al fin de mi existencia. El rumor del agua asola mi conciencia y hace que mis sentidos se disparen, que jueguen con el entorno para encontrar esas sensaciones que seguro que seré incapaz de reconocer.

Miro en el espejo de mi propia forma, en la cara amable y abrumada por la sensación de paz y sosiego. Y me veo en el cielo, transparente y oscuro, verde como esmeralda y es allí donde mezo mis manos al son del compás que marcan mis pasos. No puedo abarcar tanto paisaje, tantos momentos que mi ser comparte con mi esencia y seguir siendo yo, seguir siendo el de siempre, que se corroe con los comentarios profanos e indecentes, que se olvida de lo cotidiano y que sufre por los demás.

Doy un paso al frente, seguro de mi mismo y sólo veo el mundo cambiante, las formas que se acercan y luego se alejan. Todo se mueve y yo soy el centro de todo. Los colores se vuelven vivos, se transforman y adoptan posturas imposibles que nunca he sido capaz de imaginar. Y la alegría brota, sale a raudales como cánticos de música celestial. No quiero que pare, quiero seguir estando en esa pradera de infinitos confines, de belleza alienada por el movimiento constante.... y que poco a poco percibo que remite..... a mi orden, a mi pensamiento. Yo soy el hacedor, yo soy el director de orquesta de aquella visión, o mejor dicho, de mi visión.

Ahora soy consciente del movimiento, del porqué del canto del entorno y del motivo de estar allí y aquí. Yo soy el maestro y el creador. Aquí estoy en donde yo decido y en donde yo gobierno.... y me veo en cada parte de este ser gigante. Mi reflejo se mueve, vive en este rincón. Soy capaz de todo, de volar y nadar, de saltar y rodar.... nada ni nadie impide, coarta o limita... sólo yo y yo mismo.

Siento un dolor dentro que me dice que debo volver, dejar mi llanura y olvidar las manos que mecen el trigo. No quiero hacerlo pero se que puedo volver cuando quiera; aquí tengo mi espacio y no existe ente en el mundo capaz de eliminar esa pequeña parcela que da sentido al mero existir......

Ya regreso, de camino al mundo de máscaras, de aceras de piedra y columnas de metal. Ya estoy de vuelta, recordando aquel momento eterno en el que yo era yo y mi burbuja era fuerte e inquebrantable....... ya volveré cual guerrero al combate... ya seguiré mi estela y mi sendero........ ya seguiré mi camino, aquel camino que me marca y que nunca me deja vacilar.

Sigue tu camino, viandante, no mires a los lados y sigue tu estela. Encuentra ese paisaje que te hace único y que te hace olvidar lo cotidiano. Síguelo, por favor, porque puede que algún día mires atrás y veas tantos y tantos momentos, tantos y tantos senderos que pensarás que la vida ha merecido la pena.... y ese es tu triunfo, ese es tu destino.