martes, marzo 20, 2007

Luz, Esperanza y Vida

Las pausas son cada vez más continuas. Se prolongan en el tiempo sin que me percate de su existencia. Los aniversarios se hacen cada vez menos patentes... la realidad vá demasiado rápida para ser alcanzada.

Soy un mero fantasma del presente que intenta con ánimo y desatino el perdurar cada instante hasta que tiende a infinito... y cuando este llega se vá raudo, no puedo cogerlo y encerrarlo en una botellita de cristal. Es por ello que intento capturarlo con una y mil imágenes, para que las sensaciones, los recuerdos, y todo aquello que mi mente única e individual puede recordar se postre ante mí en un futuro que aún no conozco.

Indago y pregunto una y otra vez, y me siento atado, cogido, amordazado en el propio andar de mi fatiga. No puedo romper los lazos que me atan a la realidad, ni puedo ser diferente con el encuentro que siempre me está esperando... pero ¿por qué me tiene que esperar? ¿por qué tengo que esperar? Uno recoge los productos del camino, esos que después pesan mucho para ablandar la lenta y pesada carga del avance... y ¿para qué? ¿por qué?

Quizá sea difícil explicar lo que recorre mi interior, o quizá la sensación de desconsuelo asociada a mis pensamientos sea lo más patente que uno puede encontrar y transmitir.

Miro con mis ojos y observo múltiples realidades del mismo entorno, un entorno realmente complejo, de infinitas variables... ¿y quién me dice que sea así? ¿soy yo mismo? ¿de veras es tan difícil de concretar? ¿de verdad es necesario su análisis?. Mi propia verdad se vuelve transparente porque nunca llegaré a ser objetivo... y realmente eso es lo que quiero encontrar... ver la forma clara, cristalina y transparente de mí y de los demás.

Para ver lo impoluto necesito conocer el rincón más oscuro, la depresión más profunda. Patadas en mi conciencia por no saber cual es la respuesta que logrará que mis piernas avancen por el camino que aún no conozco y que tímidamente puedo poner nombre. Ser algo y ser alguien, para mí y para todos. Esencia contra eterna desdicha. Sé que todo está ahí pero no se como lanzarme a la actividad del paso firme, del puño decidido hacia su objetivo.

Sigo recordando, aquellas alegrías que se ocultan tras una sonrisa, aquellas palabras que sugieren cercanía. Existe vida en mí y lo noto, pero cada vez el entorno es más desfavorable... la eterna juventud física es un mito, pero la eterna juventud mental es mi pesadilla. Sé lo que existe, sé lo que quiero pero no soy capaz de encauzar mi camino con paso firme ni sé la respuesta más correcta al momento en el que estoy.

Sólo sé lo que tengo dentro y la presencia que cada día palpita y disfruta con mi compañía... ¿puede eso llegar al mundo entero? ¿puede el conocimiento y este espíritu suplir a la ausencia? ¿o seguiremos viviendo en el anonimato del 'yo mejor'?

Termino con las palabras que hoy me reconfortan y por ello las transmito.
Sin vida no hay luz, y sin luz no hay esperanza.
Sigue viviendo, amig@ del camino.

Etiquetas:

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

La verdad es una visión del Corazón. Y sí, hay que bajar a lo más profundo, pero también subir a lo más alto, para poder llegar a tu corazón, a medio camino entre el cielo y la tierra, lugar sagrado donde se encuentra la realidad, punto medio que alberga tu esencia más profunda. No tiene edad, siempre eres tú, aunque cambies mil veces de traje, y mil veces más.
Sigue brillando, amigo del camino, respira las pausas, es tu corazón el que anhela.

8:40 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home