martes, julio 25, 2006

El acto deshonesto de no decirlo

Parecen pesar hoy las razones y la lógica sobre las acciones que realizo. La emoción la he dejado apartada y denodada al olvido. Quizá me estoy convirtiendo en una marioneta desprovista de serenidad emocional. Cada paso que doy sigue una pauta medida e inconcebiblemente atrayente. Mi propia identidad deja de viajar y de alimentarse de conjeturas y posibilidades.

Un mundo cerrado, sin salida, sin escapatoria. Esperanza que no se desvanece porque no existe. ¿Dónde está el colorido? ¿Quién ha cerrado la puerta?. La tormenta comienza a descargar su potente alarido, un sufrir continuo que produce rayos eclépticos de delicada belleza mortal. El paisaje se oscurece, está oscuro, estaba oscuro.

Debo encontrar el tapón que serene al paisaje. Una visión enturbiada por la misma respiración síncrona que exhala una y otra vez la misma porción de aire. Delirios que de continuar así harían explotar la caldera vital de cualquier ser vivo; locura sobre serenidad, este es el precio de mi avance y con gusto afrontaré este reto con la promesa de un instante sin opresión.

Y es aquí donde el tiempo se para. Mis propios acontecimientos desencadenan reacciones en el entorno y creo que es mi propio estado de ánimo el que propicia que la ocasión y el instante sean los adecuados. Ellos lo saben, y por ende ya sé que se están acercando. Mi debilidad es su rincón y mi impotencia significa un campo de cultivo para su maldad.

Me concentro para buscar la luz del paisaje, para centrar el presente que me envuelve y dar una salida al avance que indudablemente debe llegar y que la oscuridad todavía no me ha dejado olvidar.... y es ahora cuando empiezo a darme cuenta, como tantas y tantas veces antes, que la luz siempre está dentro.

Un faro no puede buscar consuelo fuera aunque el salvar un alma de alguien cercano valga tal reconocimiento interno que sea capaz de reforzar todo aquello que tienes dentro. Y es ahí donde estoy por lo que mi búsqueda debe ser aún más sencilla si cabe. Mi propio yo metafísico que viaja en mí mismo siente pesadez. La razón busca sus propios argumentos y la mayoría de las veces es mejor dejarle el camino libre.

Pero llega un momento en la persona que debe saltar y reír, llorar y sufrir, ser consciente de que el presente está lleno de emociones y sentimientos. Que la fórmula racional no funciona por sí misma sin la ayuda de un ente suficientemente abstracto como para llegar más adentro y más profundamente que cualquier otro.... y es más, siendo este incapaz de ser entendido y comprendido por medios lógicos.

Y es ahí donde la sabiduría muchas veces choca con lo correcto. Ser sabio no es dejarse llevar por lo primero que te viene a la cabeza ni tampoco por elegir el mejor modo de seguir la senda en base a las ecuaciones de la vida. Ser sabio es dar paso en cada momento a lo que tú eres sin dejar de lado aquello que no eres. Ser consciente de tus límites y de los de aquellos que te rodean. Ser coherente contigo mismo siempre y dejar que tu luz alumbre el camino de los demás.

Y también es ahí donde me encuentro. Con un paraje abrumadoramente intranquilo pero que ahora para mí es la mejor de las bendiciones. Todo es según el prisma con que lo veas. Donde hay luz hay sombra, incluso dentro de unos mismo... y debes ser consciente de este hecho para entender de qué manera tu mismo regulas aquello que quieres y que no quieres ver por miedo al prejuicio de los demás.

Acércate al árbol más cercano que veas y pregúntate si quieres cambiar tu rol en la vida por el suyo. Cuando te contestes yo ya estaré muy lejos porque la comodidad del conformismo hace tiempo que forma parte de mi pasado. Deja flotar tu alma y tu conciencia para que el límite sea incapaz de rodearte y que seas tú el que intentes cogerlo para esconderlo de ti mismo.

Un consejo antes de irme: no hay mejor consejo que el que no se da si aquel al que va dirigido puede obtenerlo por sus propios medios. Por cierto, no te olvides de decirle que puede encontrarlo; el no decirlo podría considerarse como un acto deshonesto.