lunes, agosto 07, 2006

Aprender de y con los demás

Pasos en mi mente. La coherencia que otros quieren compartir comienza a buscar su camino. El remanso de agua se entrecruza y empieza a buscar muchas veces esos caminos inverosímiles que no somos capaces de prever. Dentro de cada complejidad existen elecciones que conllevan la relación con los demás y el estudio de esta interacción hace de la vida la más hermosa de las posibilidades.

El mero discurrir con el entorno propicia que muchas veces las huellas se solapen y que el tiempo se aúne para formar un entorno no solitario. Y es ahí en donde cada uno de nosotros nos encontramos más veces de las que creemos; creyendo que la manera de juzgar es única y que la que tenemos es siempre la correcta.

Muchas veces el ciego no es aquél al que le falta la vista. Uno debe entender y hacer suyo todo aquel argumento que conlleve su propia existencia y debe saber discernir y racionalizar todo lo que llega a sus sentidos por uno u otro camino. La dificultad de establecer un juicio adecuado para cada situación diferente es lo que nos hace seguir un camino, nuestro camino. Y casi siempre alguien será capaz de juzgar de si el sendero que hemos tomado coincide o no con su propio destino... y es en esta decisión en donde se basa la mutua confianza.

Y ahí te encuentras; en una tormenta que eres incapaz de explicar y que a pesar de todo, en tu más íntimo ser consciente, quieres que te atrape. El ser humano, como compendio de características animales muchas veces llega a sorprender, e incluso navegando por sus decisiones, su memoria y el mero análisis racional del existir y compartir es en donde podemos encontrar la mayor parte de sus obras y virtuosismo.

Pero es en el resto de características espontáneas e imprevisibles debidas a estados emocionalmente alterados cuando su locura o lucidez se manifiesta en grado más supino. Y nada de lo que ha pisado la tierra es capaz de ayudarnos en esta faceta. La pregunta es ¿estamos preparados para evolucionar? ¿sabemos lo que implica ser un ser humano? ¿o simplemente nos gusta dejarnos llevar?

La respuesta nunca es sencilla y siempre está en cada uno; en como cada uno de nosotros quiere enfrentarse (y por que no llamarle disfrutar) a lo que la vida y el presente le depara; con todas aquellas cargas y alegrías del pasado, con todos los recuerdos, verdades y mentiras, engaños y sonrisas; con la conciencia repleta de ti mismo, de un ser que lucha (y por qué no llamarle compartir) por ser uno más destacable entre la multitud que entre todos hemos creado.

Nadie puede saberlo todo y es por ello que la respuesta es aún más difícil. Quizá tus propias pautas y el trabajar sobre ellas pueden conseguir que tu rectitud personal salga favorecida. Quizá el apoyo de aquellos a los que el sentido común no les ha vuelto ausentes al interior de las personas pueda servir como un bastón que muy pocos hoy en día son capaces de dar. Quizá la sabiduría de aquellos que ya han atravesado el camino pueda ayudarte en tu avance diario...

Quizá la respuesta esté en ti, en cómo quieres ver todo aquello que te rodea, en cómo quieres tratar a todo aquel que te rodea. Yo, si tengo que decidir, me quedo con este último quizá... y después, limpio y casto de impurezas, iré a ver todo lo que me falta ahí fuera, iré a compartir todo aquello que he implorado dentro; iré a gritar mi nombre sin que ningún tapujo empañe mi rostro...

Terminaré con un comentario sensible (porque engañándome tampoco consigo nada) y que se escapa del anterior razonamiento. Sería poco sincero si no dijera que la perspectiva de aprender con los demás me atrae sobremanera, incluso previamente a visitar mi propio interior. El deseo emocional frente a la razón, cuando el sentir se vuelve conocimiento y el compartir se convierte en presente.

Quizá la pregunta final después de plasmar mis intenciones sea muy obvia, pero creo que es mi propia razón la que me la anexa en mis pensamientos y la que intenta hacerme ver que la dualidad se puede compaginar, que el círculo se puede cerrar. Así que ahí va mi pregunta... ¿cuantos de vosotros estáis dispuestos a aprender de y con los demás?