lunes, diciembre 18, 2006

Ser complejo de diálogo infinito y de verdad relativa

El camino del silencio es eterno porque no quieres que se acabe nunca. Una lentitud que poco a poco toma su matiz, empieza a crecer y a manifestarse como una fuerza inesperada. No eres capaz de asimilar lo nuevo que antes no estaba ahí. Matices delicados, de contrastes infinitos... sintiendo que tu mismo te materializas hacia un nuevo confín que antes creías no tener.

Y es una verdad que es capaz de elevar tu espíritu, de hacerte ver que la vida no es sólo tuya, que lo que ofreces vuelve multiplicado, que lo que sientes es un regalo muy particular, que únicamente tu controlas, que únicamente tu decides, que únicamente tu eres capaz de compartir.

Una ceguera que se transmite sin darse uno cuenta. Se apodera de ti con una fuerza inusitada; un insulto a tu propia conciencia... y el resto del mundo sigue contribuyendo a este despropósito lanzándote mensajes de profundidad cero. No dejes muerta a tu mente con tanto ruido cocinado. Piensa por ti mismo y crea... y la única forma de crear en plenitud es dar lo que ya sabes para que otros también lo conozcan.

Ya es hora de dejar de lado todas esas preocupaciones. Ahora es el momento de lanzarse y de ser consciente de todo lo que pierdes en lo que verdaderamente no importa. Discernir cual debe ser tu foco y cual debe dejar de ser tu prioridad. Sabias y falsas palabras se entrecruzan en el día a día y sólo tu propia subjetividad es capaz de diferenciarlas.

Uno antes o después tenderá al desgaste... y en esa hora cada uno tendrá que afrontar lo que su vida ha dado de sí. Unos querrán no dejar nunca este lugar, otros jugarán con la locura que han construido a lo largo de los años; otros apostarán por un caballo perdedor y algunos más decidirán que el tiempo pase rápidamente en sus últimos momentos.

El legado que uno deja es una sombra que nunca conocerás, que nunca sabrás si verdaderamente ha merecido la pena. El objetivo vital debería basarse en la satisfacción personal del día a día, en la plenitud vital que rige cada uno de tus movimientos, siguiendo siempre con mesura tus propios preceptos y dejando un leve rastro en el camino que te permita volver y recoger las migas en caso de haber dado un paso en falso.

Por eso mismo, alégrate de leer estas palabras, de respirar un aire que parece indiferente, de sentir como tus dedos recorren cada una de tus fibras sensibles. Levanta el rostro y contempla todo aquello que te rodea. ¿Por qué sentir un odio que no puedes controlar? ¿Por qué sacrificar los buenos momentos para después? ¿Por qué prejuzgar a todo aquel que está enfrente de ti?

Todos estamos en este mundo bajo las mismas reglas existenciales. Todos sentimos el pesar cercano ... y muchas veces somos incapaces de dar nuestro brazo a torcer. La vida se reduce a una encadenación y sucesión de hechos en los que tu calibras la escala de interés de los mismos. La vida es temporal, un invento con fecha de caducidad que te da un tiempo sumamente limitado para disfrutar.

¿Para disfrutar el qué? ¿Y cómo se disfruta? Preguntas con miles de respuestas particulares, dependientes del prisma con que se traten. Esforzarse por conseguir un premio que sólo tiene sentido para ti; llorar por una pérdida que sólo tiene sentido para ti; emocionarte por un destello de luz que sólo tiene sentido para ti. Necesitas subjetividad, olvidándote de la abstracción del todo, un presente que parece indicar que estamos aquí como marionetas de un jugador hábil.

Yo quiero inventar una nueva propuesta de vida que haga reír al jugador que maneja los peones. Y en esa propuesta residirá mi legado, algo tan nimio que casi no ocupará espacio en tu corazón pero que cada vez se irá extendiendo hasta ser parte de ti. Quiero crear esa evolución que el hombre ahora es incapaz de manifestar.

Y esa evolución es muy sencilla de entender. Entender que uno solo es mucho, comprender que el potencial está dentro, que las ideas no se crean solas, que todo parte del yo para formar grupo, que la vida es sincera con los que son sinceros con ella, que la verdad no se escuda con venganza, que la prudencia es para aquel que no sabe lo que puede esperar, que la sabiduría puede ser cuestión de muchos, que la relación social es algo intrínseco a ti, que las palabras pueden ser veneno cuando no se dicen a tiempo, que puedes cambiar y modificar lo que eres en todo momento, que el preguntarte el porqué de las cosas es el camino más corto para acertar...

La evolución es un planteamiento sincero de la vida, del propio yo y de todo lo que te rodea. Sin coacciones, sin reticencias, sin prejuicios. El dialogo abierto y pleno con el prójimo, con la existencia misma que conforman tus pasos. La evolución del ser humano no es sino saber escuchar aquello que necesita ser transmitido, entender aquello que requiere comprensión y vivir todo aquello que necesita ser experimentado.

Majestuosa respuesta que siempre tiene cabida en ti... ser complejo de dialogo infinito y de verdad relativa.

Etiquetas: