miércoles, mayo 31, 2006

Solo es cuestión de tiempo

Las manos agarrotadas y la impotencia de que no puedes hacer nada. Sientes la belleza desplazarse suavemente como una tela de seda delante de ti, flotando por cada esquina que cubre tu vista. Tan lejos y tan cerca. Un baile que embriaga, un cariño tan profundo que no puedes molestar ni enturbiar, una danza esbelta que desgarra cada certeza acumulada.

Agua que no debes molestar, un cruce de caminos que cuesta traspasar sin ser aquel que rompe la armonía. Un pianista de notas delicadas, de sonidos armoniosos y sencillos... pero todo es tan difícil. El cruce y la decisión, pautas de la misma conducta y que provocan extrañeza cuando no eres tú el que tienes que elegir la dirección a tomar.

Un rumbo equivocado puede ser el que tomo, pero la constancia de planteármelo me hace ver que mi mente me dará la razón una vez que mi corazón deje de sufrir. Tiempo y movimiento, recibos y deudas que día a día tengo que pagar. Mi propia memoria no recuerda situaciones parecidas pero yo mismo debo evolucionar y fijar el rumbo que a veces me viene impuesto.

Lanzo una primera bengala al aire; un fragor rojo intenso se eleva en lo alto. Quiero que se acerque, que perciba en donde se libra la batalla. Ya vienen (they are coming), la oscuridad se refleja en sus miles de ojos amarillos, se palpa un odio inhumano; esas bestias están dispuestas a acallar el más leve murmullo de mi garganta.

Pero esta vez ellos creen que estoy solo, y hoy se confunden. Lanzo una segunda bengala hacia su encuentro. La luz se abre paso entre sus fauces, una luz que comienza a cegar y es el reclamo de aquello que aún no puedo controlar. Es la llamada de mi salvación, del escudo que inexorablemente me va a proteger ante tanta corrupción.

Su volumen comienza a cubrir el cielo y la tierra. Aparece de repente, sin avisar; su figura imponente recuerda a un gigante y sus movimientos comienzan a recordar para qué se le fue convocado. El odio comienza a corroer sus entrañas en un intento desesperado de hacerle caer, pero no funcionará una artimaña tan sencilla como esa.

El suelo comienza a retumbar y un grito desgarrado se eleva en el aire. Una potencia descontrolada que inspira temor; que ofrece cercanía porque sabes que tu no serás el destino de su ira. Adelante, ya es imparable; nada podrá detenerlo de hacer aquello para lo que ha sido concebido.

Mi partir es inmediato. Nada queda para mí en esta escena dantesca. Demasiadas deudas acumuladas se juntan ya en mi haber.... es momento de devolver la gratitud que tantos me ofrecen desinteresadamente. Me oculto en la sombra de la oscuridad y envuelvo mi capa sobre mi cuerpo. Ahora soy sólo uno y mi destino me espera. Allá voy.

Dejo en la distancia la fragilidad hecha montaña y llego al valle que dejé en mi anterior sueño. Las telas y las fragancias sutiles vuelven a reordenar mi cabeza; mi paraíso se muestra ante mis ojos y mis manos vuelven a su destino encerrado. Ya estoy aquí, descansando lo poco o mucho que mi experiencia ha querido que avance.

Paro mi atención ante tanta belleza e incomprensiblemente una idea retorna a mi cabeza, perenne en su empeño de querer embriagarme en situaciones similares. Un día te alcanzaré, te cogeré allí donde ahora no puedo. Buscaré el método y la manera de romper la tenaza que me atora y que no me deja palpitar en libertad.

Ese es mi objetivo y mi dicha. Un rincón sobre el que abrazar aquello que se me prohíbe. Sé que se acerca el momento, el instante que yo deseo y del que yo mismo soy cómplice. Y alguien me ayudará a conseguir ese empeño. Lo sé, sé que alguien vendrá. Mi seguridad se basa en mis sueños; en los que unos ojos me contemplan desde el otro lado y que son capaces de entender lo que ocurre en mi interior.

La alegría me desborda. La libertad está cerca y sé que ya se acerca, con unos ojos y una llave que abrirá mi cerradura de las ataduras que me impone la vida mortal. Ven, no te alejes mucho, ven más cerca. Rompe las cadenas que separan la distancia y abraza al mundo con la misma amabilidad que te ofrecerías a ti mismo.

Ser libre, mi deseo oculto y ya descubierto. Sólo es cuestión de tiempo.

martes, mayo 30, 2006

Vuelvo a estar cercano

Un amor, una alianza que de repente atrapa hasta el más fiel de tus pilares, ofreciendo un terremoto que desorienta todo aquello que firmemente has creído. Crecer, evolucionar, distanciar el tiempo que ha marcado mi límite y saltar el vacío que sumerge una orilla de otra. Allí voy, lanzado como una flecha destinada a clavarse en alguna parte sensible, en un sitio vital.

Nadie puede herir lo que no se está dispuesto a mostrar. Un océano oculto en el lago de la conciencia, eternamente complicado y distante; cercado por mil y un paisajes de colores, encerrado en una visión subjetiva de lo que uno a sí mismo quiere ofrecer y mostrar a los demás.

Quizá la mente que piensa lo que hay que ofrecer deja demasiado espacio ocupado a esa labor y quizá da lo que ni siquiera percibe que podría dar. Despierta esa mente sumamente aletargada por el malvado devenir del flujo diario. No pierdes nada levantando el dedo, mostrándote voluntario para extraer todo lo bueno que tienes y compartirlo con nosotros.

Hoy he traído una piscina vacía de contenido. Voy a acumular todo aquello que me cuentas, todo aquello que te hace mostrar al prójimo el ser y la esencia de lo que eres. Cogeré con cuidado los bienes que me ofrezcas, sentiré la calidez del abrazo ficticio que me donas y guardaré con diligencia el fruto de tus vivencias.

Porque al final tus recuerdos son el día a día madurado y macerado con dosis de sentimiento, cariño, amistad, viajes, gustos y tiempo. Tu decides quién y qué forma parte de tus intimidades y sólo tú eres capaz de vislumbrar el prisma a través del cual el mundo tiene sentido.... y lo más difícil de esa pirámide en la que estás sumergido es poder enseñar al mundo lo que tienes, esa parcela cultivada con mimo que hace que seas único e individualmente irrepetible.

Muchas recomendaciones te habrán lanzado y acogido a lo largo de tu existir y siempre habrás pensado que la experiencia propia es el mejor grado de avance o quizá que el tiempo de otros se ha rentado adecuadamente para recogerlo bajo tu regazo. Pero siempre serás tú el que matice y particularice cada uno de los eventos que te han llevado a escoger uno de los caminos posibles.

Quizá la esperanza de saber que el error es normal y que lo cotidiano es una premisa que a veces no debes recorrer, hace que el potente presente se manifieste como un auténtico arrebato de pasión desenfrenada y amor a la propia existencia.

Hoy pocas reflexiones puedo llevar a cabo porque el palpitar que siento debajo de las venas hace que las palabras se expresen con dificultad. Llevo un par de días en los que de mi propia circulación emana una sabia rica en amistades y cercanías atemporales. Lo noto tan dentro que el mero intento de trasladar un sentir tan profundo a letras llenas de tinta hace que mi propio existir se haga extraño y a veces, incluso... lejano, como si otro fuera el que vive dentro de mi propia conciencia.

Vuelvo a estar cercano, a alegrarme por una cercanía tan intensa que el mero discernir entre el yo y el tu me produce un dilema existencial. Vuelvo a estar cercano, observando las vueltas que el mundo ha recorrido y que ahora han dejado de moverse. Vuelvo a estar cercano, viendo el paisaje que se me ofrece y sintiendo el palpitar de ver mi propio entorno con honestidad y calma sincera. Vuelvo a estar cercano, a notar con mis manos el lento discurrir del trigo sobre mi mano, de cientos y cientos de seres que flotan sobre mí y cuyo movimiento no se me hace extraño.

Vuelvo a estar cercano, caminando por terreno abierto y recientemente descubierto. Vuelvo a estar cercano, sintiendo mía cada brizna de aire que mis pulmones respiran, cada pensamiento que se aleja en conjunción con el resto de ideas que sobrevuelan mi propio yo. Vuelvo a estar cercano, alzando los brazos hasta el límite que no existe, ofreciendo lo que soy y lo que nunca seré capaz de quedarme. Vuelvo a estar cercano, fuerte y sabio torrente de escrutadora mirada y de sencillos y sinceros pensamientos.

Vuelvo a estar cercano, vuelvo a ver el horizonte a lo lejos. El sol se pone en la lejanía pero la luz que hoy alumbra mi corazón hará que esta noche ninguna oscuridad pueda empañar el volver a encontrarme conmigo mismo.

lunes, mayo 29, 2006

El gesto más valioso

La espera se me hace placentera. Mis músculos comienzan a sentir mi propia palpitación al notar que el tiempo me pertenece. Cada poro de mi piel espera con inquietud ansiosa que el momento se produzca.

Mi mente está tranquila, con la clara conciencia de saber enfocar cada uno de mis argumentos. Una argamasa digna de formar sólidos pensamientos. Mi interlocutor espera una respuesta que todavía no tengo, pero sé que aún puede esperar, que el momento aún no ha llegado.

Los lazos que me unen al mundo son cada vez más difusos pero siento que a cada paso avanzo un poquito más hacia ese instante que hará que mi vida cambie, que mi existir se adapte a las realidades cada vez más cercanas y certeras.

La luz que alumbra las tinieblas de mi mente; los miedos que tengo al sentir que no controlo las razones de otros; el abrumador lazo que sale tenebroso de la tierra y me atrapa entre sus garras; la melancolía de recordar los momentos que quieren sumergir a mi conciencia y que no esperan ser llamados para rememorar tiempos mejores; la dicha que siempre me acompaña y me alienta aún incluso en el peor de los infortunios.

El mundo está muy oscuro, se ciernen tiempos de lluvia y aguacero; pero no me asustan ni creo que a nadie deban hacer temblar. Mi silueta se refleja en el suelo y me observa, delicadamente, tiernamente, como un padre a un hijo que crece y que tiende a elevar su propio deseo de independencia.

Frases se mezclan en mi atareada pizarra, todas ellas producto de múltiples alocadas experiencias. Lanzo una piedra a través del cielo y contemplo su rápido caer y la estela de polvo que genera. Polvo que se levanta abrumado por mi osadía, por haber sido capaz de despertar el letargo de lo inmutable, de todo aquello que el tiempo ha hecho perenne.

Dejo que mis brazos temporalmente colapsados y malheridos descansen de nuevo. La pared que se cierne sobre mí ha dejado de hacerlo. Ahora sólo es un muro que debo traspasar y dejar de lado. Una parte de mis anhelantes recuerdos se quedará con él, y una espina efímera en forma de puñal acabará prendida en mí.

Miles de ruedas hacen girar el engranaje de mi tiempo, un tiempo que es mío y que día a día se me concede. Ya voy a dejar de darlo de forma gratuita (si es que puedo) para hacer de él un pozo al que siempre irá a beber. Agua fresca que me empaña el cuerpo y baña mi espíritu y deja tras de sí una estela de vida renovada.

La vida se da y no se pide; la vida es como un saco que llenas y vacías constantemente. El mundo se ofrece y no te ahoga. El compartir se hace uno cuando la duda desaparece. Hoy estoy aquí, dando lo que soy, vaciando mi saco; y quizás este gesto sea lo más sincero y valioso que nunca podré hacer.

domingo, mayo 28, 2006

Tiempo para pensar

Los días que están pasando traen calor a mi cuerpo. La intensidad de los hechos y las acciones que acontecen dejan demasiada huella en mí. Mi propia falta de memoria y la rapidez con la que el tiempo pasa a mi alrededor hacen que me sienta mal; que mi propia reflexión se haga extraña.

Mi visión observa imágenes distorsionadas, escucha palabras que hacen enmudecer los continuos delirios de mi mente. La bruma se cierne cada vez más sobre mí, una esbelta espesura que confunde realidad con ficción. Y las palabras siguen esquivando a mi propio paladar.

Quiero salir, la inactividad se hace patente a cada segundo que pasa... y la trascendencia de la actual situación me hace suspirar. Los hechos pasados requieren mi atención y me atraen inexorablemente. Necesito tiempo para meditar, para pensar en lo que me rodea.

jueves, mayo 25, 2006

Sólo uno debe ofrecerse, sólo uno debe darse

Mi cabeza está a punto de estallar. Mi concentración se evaporará en breve. No puedo estar tanto tiempo dedicado a no hacer nada. Necesito algo que me proporcione aliento, un toque mágico de sutil esencia, una brizna seca de dulce elixir. Por fin comienzo a ver la salida en este puente de amplia longitud.

Echo una bocanada de aire, de un aire viciado por el tiempo que he estado viendo y viviendo en una ciudad muerta, carente de emoción alguna.... una ciudad de un eterno color gris. Respiro brevemente, contemplando la altura deformada de metales profanados... mis pulmones son incapaces de digerir tanta polución, tanta sensación de opresión inconsciente.

Mi vista permanece turbia y sé que ya se va a recuperar. ¿Qué hago aquí en este mundo desdichado y material? Veo rostros cercanos que no cejan en su movimiento diario, ninguno de ellos conocido y ofrecido. Mi lento discurrir por las calles de metal va dinamitando mi conciencia, mis pasos se predisponen a fracasar y a no poder avanzar más. ¿Por qué esto me ocurre a mí?

Necesito un punto que reconozca, una meta a la que llegar para olvidar la congoja que lleva tiempo atrapando mis sentidos. Mi cabeza vuelve a manifestarse y mis músculos piden acción, necesitan un aliciente que olvide el pesar que los encadena. Todo me señala, un fracasado marcado en rojo dentro del entorno. Nadie puede entender la muerte a la que me somete la ciudad.

Una muerte lenta que pudre el interior y muestra las maldades de lo cotidiano. Un color anodino e infeliz acorde con el espíritu que la rodea. Pero siempre es una verdad ficticia, una creencia que se esconde tras el manto de lo que uno propiamente es y siente. Y es fácil de demostrar, y aún más de vivir. Salto hacia arriba todo lo que mi potencia puede abordar y dejo que mi cabeza caiga en el hoyo. Dejo que la propia ciudad absorba todo aquello que ya no puedo contener.

Me sumerio. Mi propio yo vuelve a mentir al entorno. Ya no soy aquel que paseaba; él es un retrato de lo que se ofrece y no se conoce; una muestra en un escaparate de escasa sinceridad. Veo lo que hace a través del espejo que me ofrece el agua bajo sus pies. Yo soy otro y no ahora no quiero volver.

Mi doble viaja de un lado para otro, continua su deambular pesado y cansino. El tinte de color es sutilmente diferente donde me encuentro. Los colores palpitan a cada movimiento, el azul y el rojo se combinan en una gama casi imperceptible. Ya tengo la idea, ya la capto !! Me comunico con mi reflejo y le presento el plan.... no hay mucho tiempo. Lo tenemos que hacer ya.

En un momento dado, extiendo mis manos y comienzo a girar en el mundo de colores. Mi doble me imita y el baile da sus primeros pasos. Paso tras paso la rueda gira cada vez con más y más fuerza.... la inercia bate el entorno que comienza a escapar hacia arriba. Funciona !!. El color comienza a moverse, a llenar espacios en la silueta de mi doble. El gris deja de dominar su cuerpo y un arco iris se refleja poco a poco en todo su ser.

Sigo sin parar hasta que todo acaba. Ya somos dos en el mismo circulo y la alegría se palpa entre nuestra conciencia única. El colorido luce hermoso y se ofrece predominante ante un mundo gris que sólo aprisiona la moral de cada uno. Ya somos dos en uno, dos conciencias en un único cuerpo, que se ofrece lleno de matices y expectativas, que da un abrazo al que se acerca sin excusas.

Uno siempre, uno con todos, uno y sólo uno. Mis pasos ahora avanzan tranquilos, jugando a pintar frases imposibles en cada rincón de la tétrica ciudad. Aquí estoy, aquí estamos. Si no te ofreces como eres, antes o después arrepentirás el destino que nunca llegaste a tener y que siempre estuvo al alcance de tu mano.

Porque aunque tu diferencia te haga sobresalir y resaltar, hay que ser humilde y capacitar a tu mente para que agachar la cabeza no signifique vasallaje. Un minuto más y ya me voy, haciendo lo que siempre he querido hacer, sentir que dentro somos muchos pero que uno solo es el que debe darse, sólo uno el que debe ofrecerse.

miércoles, mayo 24, 2006

Dejad que vengan a buscarme

El latir de mi corazón despierta mi mente aletargada. Llaman a la puerta. Miro la hora.... intempestiva donde las haya. No sé si abrir o dejar pasar el momento de incertidumbre y palpitación... el tiempo pasa despacio y de repente la llamada se repite. No hay duda, me buscan; alguien quiere contactar conmigo y parece ser urgente.

Mis pies se acompasan para dirigirse al foco de mis desvelos. Una tercera llamada, más potente, que busca y pretende despertar a aquellos que aún estaban inertes. Me acerco cada vez con mas interés por conocer quién irrumpe a estas horas en mis estancias.... sé que está ahí detrás, sigiloso y expectante de mis movimientos, intentando interpretar mi próxima decisión.

Silenciosamente me elevo hasta el techo, cubierto de amplias aberturas. Saldré rápido, con pronta exactitud y metódica disciplina. Estoy fuera... es de noche. Veo el entorno que rodea mi mirada, lentamente, escrutando los instantes y los recodos... centro mi atención, una espera eterna que me hace ver el más certero de mis fracasos: estoy en una trampa.

El sonido era un reclamo que esperaba mi próxima reacción. Me han ganado, pero aún tengo aliados. Abro mi palma y una luz perenne comienza a brillar mientras ellos comienzan a acercarse, a cercarme en un círculo diminuto. Todavía creen que la oscuridad puede servirles de cobertura. Necios... ni siquiera saben a quién quieren apresar.

La luz crece en intensidad; oscilando y sintiendo el acoso que se cierne. La espera será corta; todos están aquí, son muchos y sus armas no me dejarán escapar..... la luz brilla cada vez con más y más fuerza, es mi salvación !!. Ciego el que ve con la mirada porque la perdición le rondará en la oscuridad. Siento el látigo y el retumbar de cientos de seres que se acercan.... es hora de cerrar los ojos, buscar dentro y dejar que emane el volcán de mi mano.

Explosión !! La veo en la distancia, riéndome de aquellos que iban a buscarme. Que fácil es hacer creer que lo que ven es la verdad. Mientras se levantan y miran alrededor confusos buscando alguna pista que anuncie algún síntoma de mi pasada existencia, comienzo a alejarme del lugar escogido para cazarme. Ahora estoy desprotegido y no sería bueno volver en debilidad al conflicto.

La rapidez se hace eco en mis miembros y mi carcajada se hace patente. Otra vez salgo indemne...... pero cada vez están mas cerca. La presión de ser devorado por tantos que quieren mi final se palpa en cada brizna de aire que respiro.... pero sé que no estoy solo; que muchos comparten conmigo el bosque y el lago; el lento reposar de una taza de té.

Ya vuelvo a retener los ánimos que perdí en la penumbra. Mañana cambiará el papel que hoy me toca jugar. El ratón atacará al gato y le hará ver el horizonte que ahora no es capaz de observar. Mi juguete preferido es la ciencia que me da aliento y mi mejor aliado es el sitio donde puedo reposar en compañía.

Pagaré un alto precio y el tiempo será testigo de mi ofrenda; pero el mejor regalo que puedo darme y dar al mundo es sentirme libre de expresar, sentir y vivir aquello para lo que he nacido. Mi abrazo se sigue extendiendo a pesar de que la trampa se cierra cada vez más. La próxima vez los haré frente, es hora de que conozcan mi verdadero poder.

Relajo la tensión de mis músculos y abro el puño cerrado involuntariamente. La sabiduría no se consigue por tener más libros y por ser más fuerte. Alzo mi mirada conocida y observo el entorno también conocido. Aquí estoy yo... y que vengan a buscarme.

martes, mayo 23, 2006

Una pasadizo largo me lleva a ti

Síntomas de delicadeza afloran en mi piel. La calidez de sentir lo cercano y lo lejano unido en una misma conciencia hace patente la calidez del momento que actualmente vivo y siento. Todo tan lejos y todo tan cercanamente patente. Realidades que se confunden y que embriagan y visitas que el habla mantiene constantes y duraderas.

Verdades perennes que el tiempo trata de zanjar y condicionar. Uno es uno y el brillo de la hierba que mece el entorno no va a cambiar. No, me niego a ser el suplente de lo que otros puedan llegar a hacer. Yo seré el protagonista del cuento que mis manos y mis dedos tímidamente comienzan a crear.

Sonidos inconexos comienzan a aflorar entre mis hombros... y mi cansancio se hace patente. Un torrente de malas noticias comienza a inundar el presente cercano y las voces que llenan mi espacio traen desaliento y amargor. Lo mismo de siempre, lo mismo que ocurre siempre que oyes palabras que niegan lo evidente y que se ocultan al amparo de excusas incapaces de mantenerse.

Me canso, despacio, pausadamente. Estoy cansado de luchar contra todos; estoy cansado de sentir las mismas palabras que llegan a presionar mi mente; de sufrir por mi propia imposibilidad de manos atadas..... ¿cuando será mi momento? ¿cuando podré mostrar al mundo que lo que ofrezco no ofrece dudas ni ambiciones?

Pasa el tiempo y sigo esperando una luz que alumbre mi sumisa expresión. Mi cabeza está abajo, agachada hasta límites insospechados y quizá inconcebibles para un ser humano... y mirando cabizbajo contemplo algo que me atrae; que me ofrece olvidar el cerco mental que me atrapa. Sólo tengo que seguirlo y mi condena puede tener fin; una posibilidad certera entre miles que no dudo en amarrar.

Y ese momento llega. Más voces entre mis hombros vuelven a suplicar mi atención; pero algo ha cambiado, ahora es cuando mi cabeza inicia su movimiento ascendente, imperturbable, sin miramientos. Mi petición tiene respuesta y allí donde la negrura era espesa una mano se ofrece para consolar la pérdida que siempre he creído tener.

Soy como un niño; no debería preocuparme por las cosas banales de la existencia. Mi circulo de influencia tiende a engrandecerse más de lo que mi cerebro desea y muchas veces abarcar más de lo que puedes soportar y decidir suele degradar la propia conciencia. Y quizá ahí es donde me encuentro; sólo y deseoso por hacer más de lo que el destino ha querido que ofrezca al mundo.

Pero mi frontera volátil se hace escasa hoy en día. No soy alguien que quiera mantener su equilibrio aislado en una soledad medida; soy aquel que ofrece su bien más preciado para que sea testado por los más sugerentes paladares. Y así uno camina, avezado ilusionista de marionetas que se mueven, sintiendo lo cerca lejos y lo lejos cerca. Una concepción que profana las leyes físicas y se rige por los propios designios de lo que uno es.

Y es en esta búsqueda cercana de mentes y entes sensibles es en la que me encuentro a gusto; conociendo y saltando por rincones en donde los nenúfares son las plantas que más abundan. Me recuperé; como tantas y tantas veces. Otro día será el momento de caer definitivamente pero hoy no ha llegado y el suplicio ha dado lugar a la esperanza en este mundo de metal.

Aún tengo tiempo para mirar a lo lejos, jugando con el tiempo y con la mente para vislumbrar a aquellos que estáis allí y aquí dentro. Yo soy el artífice y el arquitecto de lo que crean mis manos; yo soy el creador, y tu !! , y vosotros !! .... Todos formamos parte del entramado que compartimos, lleno de enlaces irreales que nos unen, conexiones que nos suplican atención desmesurada.

Dejo de lado la búsqueda de recuerdos para sentarme. Sé que estáis ahí, esperando la mano que sale de la oscuridad. Aquí la tenéis, todo lo larga que vuestra mente imagine... para estar cerca y estar lejos. El límite lo pones tú y la distancia no es una barrera. Ya te habías dado cuenta... y si no es así, aquí tienes la verdad.

"Un pasadizo largo me lleva a ti. La distancia es la que marca la tendencia entre estar y no estar. Una delgada línea que fácilmente se cruza y difícilmente se deja olvidada a un lado."

lunes, mayo 22, 2006

El paisaje detrás de la cortina

La vida rueda como una peonza. La estabilidad ficticia de encontrarte seguro se desmorona como un castillo de naipes cuando el destino ha decidido jugar contigo a la ruleta. Lo razonable deja de formar parte en la ecuación y lo impredecible es el único foco de atención en un mundo regido por el libre albedrío.

Huesos, pequeños huesos que conforman montañas de un pasado inexistente. Múltiples barreras que se estrechan y juegan con tu rapidez innatamente lenta. Diamantes que se te escapan mientras tu rostro refleja continuas muecas de perplejidad. Estoy inseguro y no sé si en el próximo recodo llegaré a caer con las múltiples zancadillas que surgen de mi desesperación.

Una boca enorme se convierte en una risa malvada que me persigue. Se ríe de lo poco que significo; de los esfuerzos vanos que tengo que intentar para no tropezar (o es mi conciencia la que cree que tropezaré). No quiero captar su atención, quiero que me suelte y que deje libres mis ataduras. Soy una luz en la oscuridad que es perseguida a través de múltiples recodos.

Las nubes oscuras ocultan el horizonte. No hay más luz que el centro mismo de lo que soy. Una luciérnaga en un mundo tenebroso, lleno de una negrura palpable e imperecedera. Pero puedo ver, lo justo como para vislumbrar mi propia desesperanza; coronada por la propia imposibilidad de salvarme, de encontrar un resquicio y una salida en ese mundo no creado por mí.

Condenado centro mi atención en la carrera, en los pasos continuos que debo dar para no ser atrapado. Una certeza más se abre en mi camino: no puedo pensar y caminar a la vez. Sólo una de las dos cosas requiere mi completa atención para ser correctamente realizada. Y esa sonrisa está cada vez más cerca.

Un último atisbo de sana locura accede a mi propia mente antes de decidir que la carrera es mi máxima prioridad. ¿Y si esa risa burlona es la mía? Mis pasos se preceden los unos a los otros; el entorno cambiante me envuelve, las nubes tronan a lo lejos; no lo controlo, soy incapaz de controlarlo todo.

¿Y si el eco de mi propia desesperanza fuera ese rostro de carcajadas? Tropiezo inexorablemente. Mi mente lo sabía de antemano. Mi velocidad multiplica la distancia que irremediablemente debo recorrer antes de caer.... pero algo sucede, algo que llego a controlar. Mis manos se ladean y el lento devenir hace que la tierra se separe de mi cuerpo.... estoy subiendo, !! estoy volando !!.

Una nube de energía recorre mi cuerpo, una onda que es capaz de dibujarse en el entorno. La entidad de rostro pintoresco se ríe conmigo, por fin detecto que la burla no era tal. Silencio mi movimiento, me mezo suavemente con la sonrisa ya por fin dibujada en mi faz. Ya estoy aquí para no volver a irme.

Decido contemplar lo que me rodea; un paisaje gris y tormentoso. Esto debe cambiar; el día no está hecho para entristecer el alma. Concentro mi fuerza en el punto de colisión exacto que une alma y espíritu. Ya lo noto, está ahí, ... dejo que fluya sin control y deseo que todo lo que me rodea vuelva a su curso ¿cómo pudo todo torcerse tanto?

El río sigue su cauce y el sol por fin hace brillar mi semblante. Qué difícil es gobernar un timón cuando tu destino no se encuentra a tu alcance. Lo único que puedes hacer es apaciguar la tormenta y recordarte a ti mismo que tu entidad siempre prevalece... pero hay tanto detrás de la cortina, en ese horizonte lejano y cercano que mi mente vuelve a evaporar el presente recordando y rememorando lo que fue.

Hoy estoy en un rincón sabiendo que trozos de mi visión se ennegrecen cuando no estoy atento. Mi concentración me llama y me azota a seguir con los párpados abiertos... pero mi cercanía es distante; hoy seguiré mi camino ajeno al entorno que me rodea, pendiente del paisaje detrás de la cortina.

viernes, mayo 19, 2006

El cambio se produce.... lentamente

Uno nunca es el mismo. El estado de avance del ser es imposible de medir y de cuantificar y la certeza que a todos nos queda es que existe y que se mueve algo en tu interior que eres incapaz de percibir. Quizá esos millones de neuronas que diariamente se condenan en tu cerebro tengan la culpa; quizá la parte de tu mente que no conoces juega a confundirte; quizá no eres más que un experimento de alguien tan avezado que ni siquiera logras imitar.

Los cambios palpables los podemos encontrar en el tiempo, en el lento reposar del haberte conocido y la continua procesión de buscarte en los recovecos. No eres el mismo desde el momento que miras a través de unos monóculos temporales y te das cuenta de cuanto en ti ha cambiado; cuanto en tí ha estado creciendo y cuanto en tí indefectiblemente se ha perdido.

Muchas conversaciones e incluso tu propia postura ante la gente hace más consciente este tipo de sensaciones. Sentir y pensar que uno seguirá manteniéndose fiel a sus principios quizá sea una mentira para escapar del ocaso que te deja la ciudad porque llega un momento impalpable en la que tus ideas cambian mecidas por la corriente y el mantenerte firme en agua estancada no hace más que negar que vives en un proceso de constante cambio.

Si verdaderamente pensara que una tercera entidad nos observa con el fin de estudiar nuestro comportamiento en un mundo artificialmente creado para nosotros (como algunas películas bien o mal han podido retratar); mi mente se tranquilizaría porque todo lo que hiciera estaría predestinado y no importaría ni reflejaría lo que existencialmente puedo abordar. Pero esto que ahora miro está tan bien hecho que ni siquiera atisbo que esa posibilidad sea remotamente cierta.

Muchos cambios; como una bandera que se mueve al son del viento. Una bandera que siempre he izado para hablar de verdades que quizá no he llegado a plantearme con sinceridad. El momento se vuelve a evaporar y mientras pienso lo que escribo mi conciencia se vuelve etérea. Cada vez el camino está más empinado y las hierbas del bosque me impiden avanzar.

Una suave onda recorre mi visión como una montaña en el horizonte. Una onda que prevé el cambio innato que he de sufrir en cada momento que pasa, que inexorablemente acontece. Pero estoy contento, porque el cambio es futuro. Y tan claro lo tengo como que sé que el río fluye a través del llano. Mi futuro es desear y mantener el cambio controlado, pero un cambio constante que no me estanque, que no me convierta en un recuerdo de lo que pude haber sido.

Ahí pongo mi empeño y mis palabras quizá sean las que más fielmente reflejan que el cambio ya se está produciendo.... muy lentamente.

miércoles, mayo 17, 2006

Quiero darle una patada a la piedra

Recuperar el tiempo perdido. Ir siempre tan rápido que apenas puedas sentir la brisa que circula por tus costados. Ver pasar el horizonte sin poder siquiera calcular cuando se desvanece el aquí y el allí. Y es en aquel rincón en donde ahora me encuentro; incapaz de distinguir ni calibrar el motivo que me ha atraído a este confín tan siniestro.

Y eso que creo que el motivo por el que estoy aquí me debe ser conocido y cercano pero no logro devolver el pulso a mi aspirante ya que pienso que este no es mi sitio; que el mundo se ha vuelto del revés, y que mi existencia, aquí, no hará más que desvanecerse con todos mis recuerdos.

Veo pasar imágenes frente a mí, postales de recuerdos que me ofrecen un pasado inmediato que he dejado de lado; una puerta que no he abierto y múltiples facetas de la realidad que no he sido capaz de percibir. No sé porque se muestran; así no soy yo, es la antítesis de la senda que siempre he seguido.

Lecciones, lecciones te tengo que enseñar, pequeño humano. Te muestro lo que podía haber sido y no fue. Te enseño lo que nadie ha visto y lo que nunca ha sucedido porque tu elección ha sido otra. Algunas veces tu verdad ha sido coherente y otras veces tus pasos han errado su movimiento. Te enseño lo mucho que se puede ver desde aquí; y lo poco que ya se puede hacer.

Todos somos un pozo, un agujero lleno de sabiduría que vamos llenando con el tiempo; una sabiduría que se cimienta con las decisiones presentes; con los errores y fracasos del pasado, con las personas y momentos que has vivido; con los viajes que has realizado (que tan lejos y tan cerca han llevado a tu mente), con el pálpito de sentir y vivir y de creerte un ser único e inimitable en este intrincado mundo de ser, del ser uno entre tantos, de ser (quizá) diferente.

Me gusta ser un soñador, un pasajero en el devenir de los instantes, que siempre espera ser entendido en el mar de caras uniformes. Ya sé lo que hago aquí; buscar mi propio reproche para intentar ser mejor en el mundo, conseguir que mi entorno evolucione y cambie conmigo. Veo miles de viñetas y en todas ellas me reconozco extraño; auténtico y fiel retrato de mis bondades y maldades.

Apágame la luz para que vea con claridad porque ahora controlo el entorno que me fue inhóspito. Ahora todo empieza a mecerse al son de mis dedos y el tiempo y la distancia comienza a pararse y a hacerse más cercano. Inundo de palabras malsonantes los resquicios de oscuridad que pueden quedar en mi visión. Nada de lo que mi vista vislumbre podrá resistir mi empuje, la acción combinada de mi deber y de mi sentir.

Una aplauso al aire se me escapa y el amanecer comienza a aparecer. Recojo mi mochila y comienzo a pasear mientras golpeo los tacones de mis sandalias fuertemente contra el suelo. Los pájaros se acercan, pían en lo alto para acompañar el paso constante que tengo que afrontar. Ahora sí concibo y percibo lo que me rodea; el sueño de ser otro se fue, se evaporó.

Que fugaz y subjetivo es el estado de ánimo. Una piedra se interpone en mi camino. Mi destino decide lo que debo hacer; ver si puede más el deseo o la prudencia; pero sea cual sea el camino que tomo si que estoy seguro de una cosa: nadie cogerá nunca mi identidad.... y ahora sí; ya puedo dar una patada a esa piedra.

martes, mayo 16, 2006

Mi aliado contra el silencio del destino

Lo que se siente, lo que uno siente no se compra; se da voluntariamente y se ofrece gratuitamente. He aquí el milagro que crea el resto de seres que conforman el entorno. No hay otra manera ni explicación de contemplar una coexistencia con posibilidades de éxito. Yo soy así y te lo transmito porque me importas, y porque dentro de mí hay algo que me dice que no me estoy confundiendo.

Cuando un par de miradas se entrecruzan y el momento se detiene; ese y no otro es el instante de dar una respuesta; de que tu corazón de una respuesta. Y en la posterior calma sosegada y conseguida es cuando el tiempo se hace eterno y tu mente vaga entre las nubes.... porque es verdaderamente con el tiempo cuando se reposa con serenidad cada uno de esos instantes mágicos que has logrado compartir.... y es en la distancia cuando uno puede ver el camino marcado y la senda seguida.

Yo he tenido muchos de esos momentos y se me evaporan las palabras de agradecimiento por haber sentido y soñado tantas y tantas cosas. Nunca he dejado de ser fiel a lo que creo y siempre he intentado hacer partícipes de lo que soy a los que me rodean. Y en este avanzar no he estado solo; muchos son los que me acompañan; silenciosos cazadores de vientos dormidos, y es por eso que mi alma está cada vez más tranquila, sabiendo que la certeza siempre me espera detrás del siguiente recodo.

Quizá no es momento de rememorar o quizás sí; mi palpitar decidirá en consenso. Cuando uno recuerda es como abrir una caja llena de objetos delicados; esos objetos que han quedado patentes en el firmamento de tu mente porque a fin de cuentas son los más deseados y los más queridos. Objetos que se rompen con facilidad, frágiles al tacto y al dolor; que hacen que tu destino se vea incierto y que el pasado sea presente de forma imperecederamente real.

Aires constantes de cambio engullen mi pensamiento, mientras pienso lo que será motivo de dicha a partir de hoy. Respiro y floto en cada instante porque así he creído y querido que el tiempo me trate. Sin contemplar el suelo que se cierne a mis pies, tiendo a sentarme. Mi cuerpo quebradizo no puede más, no puede acercarse más.... otro paso más sería un esfuerzo innecesario.

Una música se oye lejana. Me llama para que acuda. Se acerca tímidamente a mis oídos y me suplica atención. Las llamas del fuego se alzan tintineando.... algo grande está pasando y se me ofrece delante. Me mira y se ríe. Mi destino se ríe de mí. Ya sabe demasiado y eso quizás me inquieta pero me anima a reírme con él. Mi risa se hace eco y culmina en un torbellino de carcajadas. Estoy aquí, me siento a mí mismo, existo, vivo; para mí no hay más dicha que esta que padezco.

Los momentos pasados se han ido; se han guardado dando lugar al destino que tendré que afrontar. No somos presente y este quizá se nos escapa de las manos con demasiada frecuencia y rapidez. Mi destino me indica que siga el rumbo de su mano; de una mano insensible a mi parecer. Levanto mi cuerpo; recojo mis enseres y avanzo pesadamente... hoy no soñaré durante la noche....

Miro el horizonte escondido de mi vista. El sonido vuelve a llegar y me anima a seguir. Ya voy, ya voy. Mi conciencia guarda tímidamente este recuerdo en su mente. Una música lejana y continua.... que se solapa en el viento y me ayuda a continuar. Sube y baja..... dulcemente me acaricia. Una nota tras otra y un ritmo continuo que se eleva y me mece..... Ya lo sé, algo nuevo he aprendido. Allí donde vaya, la música irá conmigo, porque no hay mejor aliado contra el silencio del destino.

viernes, mayo 12, 2006

La vida es un cuento... ¿quieres contarlo?

La delicadeza se evapora. Todo sentido racional y consciente se elimina. Sólo tengo delante un objetivo, una meta única y definida. Mi cuerpo se tensa, mi mente se prepara; es la oportunidad que estaba esperando. Me lanzo al vacío, explotando mis músculos y focalizando mi mirada en ese punto exacto que une deseo y percepción.

Mis manos y mis piernas se mueven al unísono, mi inercia se multiplica y el foco de mi destino se incrementa a cada segundo que pasa. Sé que puedo llegar, sé que puedo; está muy cerca, cada vez más cerca.... Cruzo el umbral, la puerta que me conduce al paraje aterciopelado, al paisaje de frondosas y humildes estepas.... y lo más curioso de todo: No estoy solo.

Unas figuras me miran extrañadas; ¿quién es este ser que viene a inmiscuirse en nuestra quietud? Observo sin prestar atención por encima de sus cabezas al lejano atardecer esperando que mi risa recogida por volver a casa no sea malinterpretada. Debo darme prisa antes de que anochezca si quiero llegar a tiempo. Mi demora no puede producirse.

Ya lo veo en la distancia. Un paseo tranquilo, firme y sereno es el mejor ingrediente para llegar con prontitud. Sin pausa pero sin prisa. Extraigo mi pipa y me siento en un recodo del camino. Veo más gente. Gente que pasa rauda... es normal; no quieren perderse el baile y los fuegos artificiales.

Después de saludar al tiempo por concedernos tan buen clima prosigo mi camino, ensimismado en las palabras que tendré que pronunciar a la multitud, sin saber siquiera el porqué he sido convocado.... o quizá sea mi memoria que ya va fallando, será eso, sí, seguro que es eso......

Ya veo las primeras caras que me reconocen y que me esperan. Me saludan al pasar y me ofrecen ojos admirados. Creo que esperan mucho de mí o algún necio ha ido contando falsedades propias de cuentos de niños.... La gente se sigue agolpando, cada vez veo menos huecos libres en el camino y el lento discurrir acompaña todos nuestros pasos. Un trío de músicos ameniza la lenta caminata subidos a un pedestal de madera. Que vivaz es el toque de la flauta y de qué manera tan eficaz llega a reconfortar las almas que transitan por estos parajes.

Por fin veo mi destino, una plaza grande correctamente engalanada y curtida de guirnaldas. Hoy va a ser una buena noche, llena de magia y esperanza !!. Alcanzo un lateral de la plaza y contemplo cual será el sitio en el que me sentaré. Llego a la hora exacta, a la hora convenida. Lo leo en los muchos rostros que ya me esperan. Ahora sí que doy gracias a mi cuerpo por traerme, todo el esfuerzo ha valido la pena.

A duras penas me abro paso entre la multitud que se agolpa, están deseando que empiece. Observo cómicamente a todos los niños que juegan ajenos a la realidad. Su inocencia es su bien más preciado; ojala yo ahora tuviera más para poder ofrecerla y compartirla.

Ocupo mi sitio y contemplo lo que me rodea. Cientos de personas comienzan a guardar un silencio que anteriormente ocupaban conversaciones variadas. El murmullo se va a apagando, el momento ya llega, ya se palpa. Espero a que todos me miren y tranquilamente vuelvo a coger mi pipa. Enciendo su humo cálido y amigo y comienzo a hacer fluir mis palabras al viento. Ya tengo decidido cual será el cuento de hoy.

jueves, mayo 11, 2006

El mundo vale la pena... gracias a vosotros

Despierto conmocionado. Mis huesos se quejan, mi postura se deshace poco a poco... creo que esta noche no he dormido bien, o mejor dicho, !! no he dormido !!. Para corroborar mi teoría mi cabeza me recuerda lo que la noche trajo consigo. Una nube de cristales golpea mi frente.... me estoy haciendo mayor; el tiempo pasa y físicamente uno no es el mismo.

Pero el tiempo es la justa medida de cada uno y aprovecharlo al máximo es hoy una máxima en mi conciencia. Uno siempre ha sido uno, pero la vida te rodea frágilmente, tu alrededor se cierne como un campo de mariposas, como abejas que buscan el polen para alimentar la colmena y tu siempre eres el centro de todo, porque todo lo que existe lo ves desde dentro, subjetivamente cercano e imperecedero.

Con esta visión propia e inaccesible para el resto (ellos no pueden estar dentro de ti aunque sí que pueden intuir lo que piensas e imaginas, sobre todo si lo compartes) continuo deambulando por mi mundo particular, lleno de fragancias exóticas, de ninfas silenciosas, de un futuro que se percibe lejano y que su cumplimiento siempre es un anhelo imposible y deseado.

Una delgada línea sigue separándome del profundo cansancio. Sé que tengo que salir fuera de nuevo y jugar con lo que el destino certeramente me ofrezca. Ya empiezo a estar en marcha; ya mi mente funciona con normalidad y los resquicios del manantial resplandecen en mis mejillas. Hoy va a ser un gran día !! porque yo quiero que lo sea.

Salgo al asfalto contaminado, pero ¿es asfalto o es mi imaginación la que me juega una mala pasada?. Muros me encierran por todos lados. No puedo pisar las casillas de colores ni ofrecer un saludo al vespertino tronar, que irrumpe mi sensación actual de silencio y soledad.... de una soledad compartida.

Paso tras paso, veo árboles que son gigantes que hablan; nubes que esconden mil y un tesoros; figuras de metal que son un ejército a la carga; construcciones odiosas que se convierten en fortificaciones bien defendidas. Si, hoy va a ser un gran día.

El poder brama en cada partícula, se siente y se hace patente. Aquí y allí todos nos movemos, dirigidos por nuestra particular visión del ser y no ser; por una extraña mezcla de creer, hacer y de hacer lo que creemos. Quizá lo más interesante de este equilibrio es no decaer; no al ¡no dejar de caer¡. Me siento con ganas de explotar el mundo con mis manos; sensación sencillamente misteriosa y inquietante, pero es imperceptiblemente mía y por eso es importante.

Hoy me esperan horas de sueño contenido, de salmodias de deseo de volver a mi inicio, pero ahora no; ahora ya estoy aquí, con el mundo, con vosotros. Acogerme, no me dejéis ir, he vuelto para quedarme y administrar mi tiempo indefectiblemente a vuestro lado. Gracias, gracias por darme y no pedir, por recibir y no exigir. !! Gracias !! Porque vosotros hacéis que el mundo merezca la pena.

miércoles, mayo 10, 2006

Ya puedo descansar tranquilo

Es la noche la que me espera. Estoy muy cansado y mis músculos transmiten mi cansancio haciéndose perceptibles. Es hora de dejar de luchar y reposar el largo día... o todavía no.... ¿quién más está ahí para desvelar mi tranquilidad?

Mi mente me dice que algo no concuerda, algo en el entorno inhóspito no debería estar ahí, !! algo está realmente fuera de lugar !!. Me decido a concentrar mi atención, a palpar cada esquina y cada penumbra para descubrir al intruso..... encarecidamente ruego a mis instintos que no me fallen, que no decaigan al cansancio..... está ahí, lo siento, lo noto, ... pero no lo encuentro.

Cuando de repente se muestra. Una mota de brillo en unas botas hace que mi conciencia recuerde. Unas botas no pueden brillar en la oscuridad a no ser que ellas mismas generen luz. El intruso aparece, y aún sintiéndose observado y descubierto tiene la osadía de reflejar y materializar una risa cínica. En su mano luce una llama, larga y brillante que suplica mi atención... pero no es una llama, es el destino que me quiere condenar por ser quién soy y por cumplir con la profecía.

No me dejaré llevar ni apresar!!, entono con fuerza. Mi destino es más fuerte que cualquiera de tus pruebas y mi conciencia sigue tranquila a pesar de ser uno de los elegidos. No te llevarás mi rendición tan fácilmente como crees, ser del abismo!!.

Mis palabras parecen no haberle alterado; demasiadas veces hemos jugado una disputa en la que nadie ha salido ganador. Se acerca irremediablemente, con movimientos suntuosos y con pasos medidos, precisos. Sus ojos de color ceniza me traspasan, me hielan la carne y me provocan una sensación de impotencia... haga lo que haga sé que hoy no me salvaré, la condenación se acerca y me atrae, me convence de que su futuro es mejor que el mío y que en sus manos la tranquilidad por fin llegará.

Me muestra las palmas de sus manos, como un amigo que deja de ser vengativo y ofrece la calidez de un pasado que nunca tuvo. Ya está aquí, a mi lado; puedo sentir la compasión que respira, la confirmación de que no sólo ha ganado, sino de que mi vida hasta ese momento nunca ha tenido sentido. Mi cerebro acoge todas estas palabras sin que el habla del misterioso visitante se manifieste... y se repiten, se siguen repitiendo, afianzando lo que dicen cada vez con más y más fuerza...

No hay fuerza capaz de resistir la tentación de creer, de dejar de tropezar y acoger el descanso, como tantos y tantos otros que me han seguido. Que fácil es, sólo tengo que dar un paso y ya podré dejarlo todo de lado. Ya no habrá más infierno particular que acoger, ni el soportar el ser diferente, ni todo por lo que una vez fui, sentí y viví..... Esto no está bien.

Vuelvo a sentir la misma sensación de antes. Algo no está bien. ¿Qué me está pasando? Cierro los ojos... centro mi pensamiento y focalizo el problema. ¿Qué me impide dar el salto hacia adelante? Un golpe sordo me empieza a oprimir el pecho.. ya me acerco.... unos tambores resuenan, mi conciencia se remueve..... y un grito comienza a surgir, de dentro, de muy dentro.

Grito, nada ni nadie puede detener a mi interior. La sombra se disipa. El conformismo se separa de mí, abandona mi presencia y se aleja. No me derrotarás porque cada vez siento más quién soy y mi poder se afianza. Ahora no puedo volver atrás, y sé que nunca podré volver atrás. Huye de mi presencia, sombra, vuelve a tu escondite. Nunca más la desesperanza conseguirá que aparezcas... nunca más.
La habitación vuelve a su quietud, al descanso que yo nunca podré tener. Este es mi sitio y mi destino.... mi sonrisa me delata..... y ya puedo descansar tranquilo.

martes, mayo 09, 2006

Seguro que es mejor así

La esperanza de la cercanía hace que mis raíces crezcan. El sentir el palpitar ajeno y la profundidad de ser entendido en el mar estrellado hace vagar mis ilusiones y mi conciencia hacia parajes lejanos. Todavía no he despertado, sigo ensimismado con el movimiento.... quizá sea mejor así.

No dejes de viajar siempre que puedas

Tengo un regalo delante de mí. Un presente que inunda el espacio que me envuelve. Es una sensación extraña que intento que perdure eternamente; sentir y notar que ese momento que se recrea no termina porque te das cuenta que alguien ha dedicado un instante (o dos) a pensar en eso que puede hacer que tus ojos se muestren asombrados; algo que puede ser verdaderamente importante para ti.

Esa misma conciencia hace que el sentido de compartir tenga su bandera firmemente afianzada. Pero la conciencia debe ser transparente, que no se corrompa con los sentidos; que conlleve dar una mirada verdadera a lo que percibes y sientes. Las miradas que se ofrecen y que giran continuamente no te dan lo que pides y condicionan tu percepción hasta hacerte parásito de sus designios.

Mira al frente y observa el entorno cambiante. Cientos de miradas frágiles observan levemente la tuya, casi un parpadeo separa el estar y no estar. Aquí y allí se sumerge mi destino en una vorágine que soy incapaz de abarcar. Todo es demasiado grande y complejo. Mi propia conciencia alienada ante tanto torbellino me implora volver a la quietud, a sentir sin los sentidos y a depender del yo para avanzar paso a paso.

Cierro los ojos, tranquilo, saboreando las sensaciones perdidas que palidecen en la distancia, en ese espacio lejano que cada vez se hace más patente. Y comienza mi camino una vez más; unas paredes oscuras me cierran los lados y me conminan a seguir. Avanzo despacio, sintiendo el ritmo que brota de todo el entorno y que hace que mi cuerpo se balancee. Parece que todo me dirige de manera inexorable hacia el centro, hacia la máquina que proporciona la propia vida a mi organismo.

Dejo atrás una puerta en donde mis manos y mis oídos han dejado pistas que me confunden, que intentan malograr mi propósito de avanzar por la senda correcta, que certeramente sé que es la correcta. Respira, respira. Mi camino prosigue y los matices se suceden. Las paredes se van difuminando, colores traslúcidos surgen de sus confines y me dejan atisbar el sol que se acerca prudente y despacio.

Mi ritmo se apresura. Mi rapidez es tal que mi paso se eleva hacia arriba, mis manos se abren como alas y mi fuerza se multiplica. Ahora tengo el control, estoy llegando a mi meta, al control mismo de cada parte de mí. Y es aquí en donde mi plenitud se hace eterna y lo abarca todo. Me siento y miro (quizá te preguntes con qué estoy mirando si aún tengo los ojos cerrados - irónica sonrisa subyace en mi rostro), tranquilo y reposado. Mi ropa se transforma, se convierte atenta a la nueva realidad.

Ya no necesito correr, porque estoy aquí y allí en todo momento. Ahora el avance no son mis pasos, ni es el paso del tiempo. El conocer mi entorno, palpar cada grieta de los árboles; sentir el agua fresca del lago y el caminar por la pradera son el fiel reflejo de lo que mi alma me pide que haga. Con gusto acepto sus sugerencias y fiel esclavo a mi propia existencia dejo que la placidez inunde mi espacio cercano... un poco más, no me dejes estar sin tu compañía.

Suena el timbre, el movimiento fluye de repente. El sonido retumba y el torbellino empieza a tener forma. Mi vuelta está próxima. Alzo mi mirada a la montaña y me despido con un guiño de mi mirada... y de repente vuelvo a ser consciente de mis pisadas y de mi existencia física... Salto hacia adelante, corriendo; la tormenta se acerca, voy hacia el agujero cada vez más deprisa. Succiono mi alrededor, todo viene conmigo y entra como un foco de luz en el vórtice de oscuridad.....

Abro los ojos... siguen las mismas miradas fugaces que llenan mi entorno. Tendré que conformarme sabiendo que mi viaje volverá y mi certeza se hará aún más cierta si cabe en mi próximo destino, en la propia aventura de conocerse a sí mismo. Un consejo nada más, no dejes de viajar siempre que puedas.

lunes, mayo 08, 2006

Los sueños llegan... al final del camino

A veces la vida suele girar en torno a ti, sin darte pie ni descanso, siempre demasiado rápida como para cogerla e incomprensiblemente invariable. Parece que nada de lo que hagas posibilita cambiar el entorno, la marea y el vértice de continuo movimiento. Es frustrante contemplar cómo el no poder abarcar lo cercano hace que lo lejano sea indiscutiblemente distante. Y eso que todavía no se ha manifestado el que uno pueda comunicarse o hacerse entender entre tanta vorágine.

Por ello, la vida es difícil; difícil de calcular, conmover, estimular y aún más de mover hacia el entorno cambiante. Hay que sacar esos tentáculos distantes para que abarquen todos los rincones a los que debes y no puedes llegar.

Es por ello que mis brazos se alargan infinitos, que la mejor forma de moverse dentro del universo es ofrecer tus brazos abiertos al mundo para que él haga lo que quiera contigo. Debes abrir todas las válvulas del corazón, dejar que la sangre que fluye por tu interior inunde el espacio que te rodea. Que la calidez y el color que recorre tu universo se propague y viaje a un ritmo que nunca dejaste de abandonar y que siempre fue uno de tus sueños imposibles.

Sólo la cercanía con lo tuyo y el ofrecer tu interior a la lejanía permite que tu existencia conocida desborde las fronteras imaginadas para tomar un nuevo rumbo. El destino es cruel cuando lo encuentras y te susurra al oído cual va a ser el foco de tu dolor y de tu camino. Pero uno acoge la pena con resignación y alabanza, porque la llanura siempre está ahí, constante en su hábito uniforme de ofrecerse según tus deseos.

Y ahora sin miedo conocido, sabiendo que tu cajita está a salvo de extraños, es cuando puedes revivir, resucitar y abrir la puerta por la que se accede a tu reino. Deja que el mundo recorra tus recovecos, que se empape de la corriente que emanas y que se sumerja en el río de tu conciencia. Tu llanura está ahí, nadie te la puede quitar.

Muchas veces me he sentido como un ermitaño en una montaña que incluso me he atrevido a poder dibujar; y esa seguridad de saber que yo estoy ahí, que siempre estaré ahí hace que cada vez tenga menos miedo de salir y mostrar lo que soy al exterior. Quizá el sentido común pueda retraer mi conducta pero cada día lucho por avanzar un paso en ese camino ya conocido y del que uno bien puede estar orgulloso.

Gobierna bien el timón de tu barco, comandante. No dejes que la deriva desvíe tu destino y saca partido de todas las bondades que el mar de espejos te ofrece. El mar al final es parte de ti tanto como tu propia piel y al final de cada recodo siempre te espera un puerto seguro al que atracar y asentar eso que has recorrido.

No te dejes llevar, marinero. El único límite que siempre te has puesto son tus propios sueños de fronteras inalcanzables, y esas fronteras siempre llegan... al final del camino.

viernes, mayo 05, 2006

Sigue tu camino... y no pares

El tiempo se me escapa, pasa tan deprisa que no puedo palpar el instante. Hoy mis pasos me han conducido a un rincón lejano, apartado del ruido diario..... en donde nada se mueve, en donde sólo unas palabras en el aire rompen el silencio de mi soledad.

La poesía se desborda por mis huesos y deja fluir un líquido malvado y mezquino; un pedazo de hilo conductor que me conduce al fin de mi cuerpo, al fin de mi existencia. El rumor del agua asola mi conciencia y hace que mis sentidos se disparen, que jueguen con el entorno para encontrar esas sensaciones que seguro que seré incapaz de reconocer.

Miro en el espejo de mi propia forma, en la cara amable y abrumada por la sensación de paz y sosiego. Y me veo en el cielo, transparente y oscuro, verde como esmeralda y es allí donde mezo mis manos al son del compás que marcan mis pasos. No puedo abarcar tanto paisaje, tantos momentos que mi ser comparte con mi esencia y seguir siendo yo, seguir siendo el de siempre, que se corroe con los comentarios profanos e indecentes, que se olvida de lo cotidiano y que sufre por los demás.

Doy un paso al frente, seguro de mi mismo y sólo veo el mundo cambiante, las formas que se acercan y luego se alejan. Todo se mueve y yo soy el centro de todo. Los colores se vuelven vivos, se transforman y adoptan posturas imposibles que nunca he sido capaz de imaginar. Y la alegría brota, sale a raudales como cánticos de música celestial. No quiero que pare, quiero seguir estando en esa pradera de infinitos confines, de belleza alienada por el movimiento constante.... y que poco a poco percibo que remite..... a mi orden, a mi pensamiento. Yo soy el hacedor, yo soy el director de orquesta de aquella visión, o mejor dicho, de mi visión.

Ahora soy consciente del movimiento, del porqué del canto del entorno y del motivo de estar allí y aquí. Yo soy el maestro y el creador. Aquí estoy en donde yo decido y en donde yo gobierno.... y me veo en cada parte de este ser gigante. Mi reflejo se mueve, vive en este rincón. Soy capaz de todo, de volar y nadar, de saltar y rodar.... nada ni nadie impide, coarta o limita... sólo yo y yo mismo.

Siento un dolor dentro que me dice que debo volver, dejar mi llanura y olvidar las manos que mecen el trigo. No quiero hacerlo pero se que puedo volver cuando quiera; aquí tengo mi espacio y no existe ente en el mundo capaz de eliminar esa pequeña parcela que da sentido al mero existir......

Ya regreso, de camino al mundo de máscaras, de aceras de piedra y columnas de metal. Ya estoy de vuelta, recordando aquel momento eterno en el que yo era yo y mi burbuja era fuerte e inquebrantable....... ya volveré cual guerrero al combate... ya seguiré mi estela y mi sendero........ ya seguiré mi camino, aquel camino que me marca y que nunca me deja vacilar.

Sigue tu camino, viandante, no mires a los lados y sigue tu estela. Encuentra ese paisaje que te hace único y que te hace olvidar lo cotidiano. Síguelo, por favor, porque puede que algún día mires atrás y veas tantos y tantos momentos, tantos y tantos senderos que pensarás que la vida ha merecido la pena.... y ese es tu triunfo, ese es tu destino.

jueves, mayo 04, 2006

¿tu quién crees que pierde más?

Antes de empezar, te recomiendo que estés a solas. Quédate a solas para que nuestra comunicación fluya sin intermediarios ..... No dejes que nadie interrumpa tu soledad ..... Y ahora siéntate .... deja todo lo que tengas entre manos.... y olvida todas las preocupaciones acumuladas por unos minutos.

Descansa los músculos, deja que tu mente fluya. Encuéntrate en tu quietud y preséntate libre de cargas. Mira estas letras, estas mismas palabras que acompañan el movimiento de tus ojos.

Ya estás aquí, ya estás .... has llegado !! Bienvenido.

Ahora estás tu solo. No hay nada que te impida ver con claridad hacia donde voy a llevarte ..... Quizás el camino que vamos a recorrer lo tendrás que ir creando porque yo no puedo estar allí contigo, pero si puedo guiarte y conocer lo que puedes notar y sentir.

Ahora no me mires a mí, mira hacia dentro (un poco de música puede ayudar a encontrarte... esa música que hace que algo dentro se remueva y te diga !! Ey, estoy aquí, sácame !!). Profundiza en ese rincón que tienes guardado y que lo escondes con tesón. Y cuando consigas aflorar, vuelve a acercarte a este momento que juntos estamos creando.

Ya estamos conectados. Yo ya sé quién eres porque te veo a través de mis ojos, y tu ya sabes quién soy porque mis palabras me delatan. Juntos estamos viviendo algo único, una comunicación en la que ninguno habla, en la que no decimos nada y que es capaz de hacer que dos personas desconocidas físicamente compartan más que una conversación. Nos estamos dando el uno al otro. Tu me das lo que eres y yo te ofrezco lo que soy ...... a que no es tan difícil.

Vuelve adentro. Grita para que te oiga!! No te estoy oyendo. Desgarra tu conciencia y muéstrate. Siéntete; siente que eres tu y que das lo que tienes. Comparte aquí lo que quieres mostrar al mundo, aquí donde nadie más puede oírte, donde nadie más rompe tu esencia. Tu secreto estará bien guardado, está seguro conmigo ..... Quédate ahí, mantén tu yo cerca, palpita con la cercanía, cierra los ojos .................. busca dentro, muy dentro, recorre lo que eres y lo que encuentras, siéntete cerca, cierra los ojos ...................................... y ríete, porque si de verdad estás ahí y no te has engañado a ti mismo (si, a ti y no a mí) seguro que el éxtasis que sientes no lo puedes contener ..................... y por ello debes dejar que se desborde y fluya sin barreras.

Ahora despierta poco a poco, vuelve a ser el de siempre. Sal de tí y vuelve a la superficie, regresa al mundo hostil y saluda al tren que se escapa dentro... ya tendrás tiempo de volver. Respira, respira .........

Muchas gracias por darme un poco de tu tiempo, por ofrecer aquello que no se suele dar, por compartir el tesoro más preciado, por no dejar que la desdicha te oprima y por ser alguien que tiene algo que decir al mundo y al tiempo.

Yo si fuera tu, seguiría gritando hasta quedarme afónico. No dejes que la desesperanza te venza. Tu esencia es tu yo y quizá el acto más elegante y sincero que podemos hacer en nuestra existencia es compartirla para que todos se deleiten y vean quienes y como somos... y si verdaderamente no saben apreciarla... ¿tu quién crees que pierde más?

miércoles, mayo 03, 2006

Tu eres el que cuentas... y el que decides

Los momentos destacados de la vida de cada uno pasan demasiado rápido y casi nunca se tiene tiempo de asimilarlos cuando ocurren... la verdad es que es difícil distinguir si el momento concreto que tus sentidos te ofrecen es verdaderamente ese que en los próximos meses desearás que vuelva a suceder.... o incluso ese que no quieres que de ninguna manera ocurra de nuevo.

El tiempo pasa a mi alrededor y veo que es imposible saber si el momento que vivo es o no transcendente para mi futuro. Y es en ese mismo instante, cuando pienso en lo que sucede ahora cuando este 'ahora' se convierte inexorablemente en pasado. Quizá nuestra vida sólo se rija por el pasado y por el futuro y el presente sólo sea un concepto que nos hemos inventado y no seamos capaces ni siquiera de medirlo.

¿Cuanto dura el 'ahora'? ¿1 nanosegundo? Siempre preguntas se arremolinan en torno a mí y quizá la más dura de ellas sea la inicial ¿Por qué me pregunto estas cosas? No sería más sencillo dejarme llevar por la corriente, imitar los movimientos de tantos y tantos; condenar mis pasos y por ende mi conciencia.

Al responder como he respondido yo mismo traiciono mi pensamiento. ¿Qué es mejor: tener la habilidad de discernir entre la acción y la inactividad o no conocer la diferencia? Lo segundo (sí-o-sí) es más sencillo de acarrear en la espalda pero si tengo que decidir me ofrezco voluntariamente a que mi mente sea ocupada con aquellas preguntas que nadie es capaz de responder y a sobrellevar el peso de incomprensión correspondiente en una ciudad llena de interiorismo oculto y conocido.

Y tu, amigo lector ¿Qué eliges? Ser fruto de la causalidad, restringirte al producto precocinado o realizar ingerencias en los terrenos pantanosos de lo desconocido..... Yo si fuera tu intentaría explotar ese cerebro que tienes, sacaría todo lo que tuviera y vería si mi vida es lo suficientemente interesante como para ser compartida.

Si me conoces sabes que mi comentario anterior lleva truco. ¿Por qué? te preguntarás. Muy sencillo, porque todos tenemos algo dentro de nosotros que nos hace inigualables y únicos ante el mundo. Todo tenemos algo interesante que compartir y si no lo encuentras no es que no lo tengas, sino que !! no lo sabes encontrar !!.

Por eso mismo es tan fácil y difícil entender lo que digo.

Por último e independientemente de tu estado mental; lo que si te recomiendo es que una vez que conoces el camino no dejes de seguirlo porque a fin de cuentas "Tu eres el que cuentas.... y el que decides"